Días atrás Bwin se
convertía en protagonista involuntario de Twitter debido a la anulación masiva
de apuestas, que provocaron la reacción airada de los numerosos afectados.
Tras un par de días de “reflexión”,
acabó pagando finalmente todas las apuestas anuladas.
Evidentemente, en este
caso Bwin actuó correctamente al rectificar (y así hay que reconocerlo), pero me gustaría que
las casas de apuestas actuasen como deben, también cuando no hay tantos
perjudicados y “presión” en las redes sociales.
Por eso quiero recordar
que hay otros casos, casi idénticos a este, que no han obtenido la misma
respuesta por parte de la operadora, como, por ejemplo, el que expongo a
continuación.
Un cliente realiza la
siguiente apuesta, que se formaliza e inscribe en su historial correctamente. Apuesta en un partido de tenis de mesa, a favor de Francia en su enfrentamiento contra Alemania.
Tras finalizar el partido
con el marcador de 2-3, resultando la apuesta ganadora, Bwin decidió anular la misma.
Al solicitar
explicaciones al Servicio de Atención al Cliente, le responden que “el evento Alemania - Francia perteneciente
a su apuesta combinada número XXXXXXXX ha sido cancelado debido a que el plazo
para el cierre de la misma ya había finalizado en el momento en que se realizó.
[…] la apuesta ha sido realizada a las 14:11:19 horas, y el reporte de apuestas
tardías concluyó que las apuestas colocadas a partir de las 14:00 horas deben
considerarse como no válidas.”
Efectivamente, la hora de
formalización de la apuesta es esa, pero
el partido se disputó a las 16:30, es decir, varias horas después de haber realizado
dicha apuesta.
Obviamente el cliente
volvió a reclamar, demostrando que su explicación de “apuesta tardía” era
absolutamente falsa. Y Bwin, en
lugar de proceder al pago de las ganancias, decide ratificarse
incomprensiblemente en su decisión, con un escueto “Tras revisar nuevamente su caso, le confirmamos que la respuesta
inicial que dimos a su reclamación es la correcta.”
(En el polémico partido
de tenis de la semana pasada, también alegaron, inicialmente, que se trataba de
una apuesta tardía, cuando no era cierto. Parece ser un acto casi instintivo por parte de Bwin).
El cliente, incrédulo,
vuelve a reclamar, y esta vez Bwin decide inventarse otra excusa, y alegan que
la cuota era errónea. Al igual que los
(supuestos) principios de Groucho Marx*, las excusas de Bwin, parece que pueden cambiarse con
facilidad.
Primero anulan, y luego ya buscan un pretexto,...,
o los que necesiten.
Por si esto fuese poco,
parece que el afectado ha tenido noticias de que a otros clientes sí que les
han pagado esta misma apuesta, lo que hace más reprochable, si cabe, la actitud de la
operadora negándose reiteradamente a pagar.
¿Qué
hará Bwin al respecto? ¿Hará lo correcto, al igual que la semana pasada, o,
como no hay tantos afectados, mantendrá su injusta decisión? El caso es idéntico, y
solo varía el número de afectados. ¿Actúa esta casa de apuestas con un criterio definido o lo
modifica en función de la publicidad negativa que le puede suponer?
(*) "Estos son mis
principios. Si no le gustan tengo otros”, frase atribuida popularmente a Groucho Marx, aunque parece tener un origen anterior
al nacimiento de éste.
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