(Antes de nada quiero aclarar que prácticamente nunca apuesto
en directo, y jamás he tenido problema alguno en este tipo de apuestas)
Os voy a contar una historia de ficción. Cualquier parecido
con la realidad es pura coincidencia, ¿o no?, pero quizás a alguno le haga
reflexionar.
Había una vez una casa de apuestas llamada BetXYZ, que permitía
apostar en el partido Celtic de Cangas-Trueno Alcobendas de la Liga VVBA de
Españistán. Competición del máximo nivel del deporte rey, que, se supone, ha de tener especial atención por parte de la casa de apuestas.
En el Celtic de Cangas jugaba un joven, Sandro Mena, con escaso olfato
goleador, que no había marcado un gol en todo el año (0 goles en 14 paritdos de liga), Puede
que llegue a ser un gran jugador, pero aún es demasiado joven, y a día de hoy
no es precisamente Messi ni CR7.
En un momento del partido BetXYZ, ofrece el siguiente
mercado:
Parece ser, ¿quién sabe?, que el jugador ya había marcado 3
goles. No lo sé a ciencia cierta, pero tampoco me parece tan relevante, ya que,
aunque alguno no se lo crea, hay casos en los que tras marcar el tercer gol no
se marca el cuarto, de hecho es muy
habitual (que no se marque ese cuarto gol). Seguro que el portero
rival pone más empeño que nunca para no encajar más goles, porque no es plato
de gusto para él.
Un apostante llamado Esteban decidió apostar una importante
cantidad de dinero, digamos 50 euros. Tomó esta decisión basándose en la información que la casa de apuestas ofrecía en ese
instante; obviamente, si la información hubiese sido otra, no habría
apostado, y arriesgado, dicha
cantidad. No hay que olvidar este “pequeño” detalle.
Y ahora veamos diversas
variantes del final de esta historia.
Primer Final alternativo:
El partido finalizó, sin que Sandro Mena consiguiese marcar
el 4º gol, y Esteban perdió su apuesta, y se fue a dormir con la tristeza
propia del perdedor.
Se podía ganar o perder, y en este caso perdió.
Al día siguiente, Esteban recibió un email de BetXYZ, que
decía textualmente:
“En el partido de ayer Celtic de Cangas-Trueno Alcorcón,
ofrecíamos un mercado con una cuota incorrecta, y hemos visto que usted apostó,
y perdió, una importante cantidad.
En cuanto hemos detectado el error, y dado que no es
responsabilidad suya, hemos decidido devolverle el 96 % de la cantidad apostada,
ya que si arriesgó tanto dinero fue debido a nuestro error”
Esto es lo que habría ocurrido
en el País del Arco Iris.
Segundo Final alternativo:
El partido finalizó, habiendo marcado Sandro Mena el 4º gol,
y Esteban ganó su apuesta, y se fue a celebrarlo con la alegría propia del
ganador.
Se podía ganar o perder, y en este caso ganó.
Al día siguiente, Esteban recibió un email de BetXYZ, que
decía textualmente:
“En el partido de ayer Celtic de Cangas-Trueno Alcorcón,
ofrecíamos un mercado con una cuota incorrecta, y hemos visto que usted apostó,
y ganó, una importante cantidad.
En cuanto hemos detectado el error, hemos decidido rebajar
la cuota de su apuesta más de un 96 %, a pesar de que no es responsabilidad
suya y usted había formalizado y desembolsado la apuesta correctamente.
De esta forma le estamos pagando una apuesta que usted nunca aceptó, porque nos da la gana”
Esto es lo que habría ocurrido
en el mundo real, en el vivimos la mayoría de los seres humanos.
Y yo me preguntó, si
el primer final alternativo jamás se produce, ¿por qué coño a casi todo el
mundo le parece tan “normal” el segundo?
¿Buenismo?
¿Extraña variante del síndrome de Estocolmo? ¿Óptimo adoctrinamiento por parte
de las casas de apuestas? ¿Es más fácil ponerse de parte del poderoso?... En
verdad os digo que hay cosas que no me resultan fáciles de entender.
Sin duda, este
negocio es una mina (de ahí el título del artículo).
Cuando el cliente pierde, me quedo con el 100% de su dinero,
que, por cierto, se paga por adelantado para que la casa nunca tengas problemas de cobro.
Cuando el cliente gana, le pago menos del 4% de las
ganancias que le corresponden (o lo que me apetezca).
Luego digo, como el chavo del ocho, “fue sin querer queriendo”,
y aquí no ha pasado nada.
No necesito justificar nada, ni analizar si la oferta de
partidos está dimensionada a mi plantilla de trabajadores, ni replantearme la
cualificación que necesitan mis empleados, ni establecer medidas que minimicen
los riegos de “accidente”, ni contratar seguros que cubran mis “accidentes”, ni asumir responsabilidad alguna,…
Así cualquiera se hace millonario, pero me parece inmoral y
reprobable. ¿Eso es un negocio o una estafa?
¿Por qué nadie exige a las casas de apuestas que ofrezcan
un servicio con un mínimo de calidad? ¿Por qué se les permite, e incluso se les
elogia (¡hay que joderse!), que
ofrezcan un servicio de mierda?
Algunos se olvidan de
que son clientes, y, como tales, pueden y deben exigir un servicio
digno. Aunque el grado de exigencia de los clientes de Españistán, por lo visto, coge en
una cáscara de nuez (y aún sobra sitio suficiente para la nuez).
Cualquiera
diría que las bookies están prestando un servicio de caridad o están haciendo favores, en lugar de dirigir
un negocio muy lucrativo, por el que los clientes están pagando.
¿De verdad alguien
piensa que, si les consentimos estos atropellos, algún día mejorarán el
servicio? ¿En serio? ¿Por qué iban a hacerlo? ¿Por la proverbial “buena voluntad” de las
casas de apuestas? Tal vez en el País del Arco Iris.
Cada uno que piense lo que quiera, pero yo lo tengo muy
claro.
Seguramente me esté haciendo viejo, pero yo no me arrodillo complaciente ante el
poderoso, y no porque mis articulaciones ya no me lo permitan (como alguno
puede pensar), sino porque ante la
injusticia siempre estaré del lado del más débil; es mi filosofía de vida.
Yo soy hombre de palabra, y me gusta que las demás
personas (físicas o jurídicas) cumplan la suya, especialemnte cuando están dearrollando una actividad profesional remunerada.
Allá cada cual con su conciencia, yo hago lo que debo, y lo
que creo que es justo.
Quizás haya sido un poco duro, pero no
tengo tiempo para “dulcificar” la realidad que, desgraciadamente, vivimos, y
que hay que intentar cambiar, en contra de las casas de apuestas, del Ministerio
de Hacienda y de algunos jugadores. Venga, más difícil todavía.
Aunque, como decía al principio, esto es solo una historia de ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Saludos, y tened cuidado con las casas de apuestas.
De vergüenza... Luckia, Suertia, Sportium, ahora Bet... Repito, de vergüenza.
ResponderEliminarHola buenas, que deberiamos hacer para realizar cojuntamente una denuncia sobre este tema unas 20 personas.
ResponderEliminarYa nos han respondido la queja formal en Bet, donde se niegan a pagar como era de essperar.
Que pasos debemos dar?
GRACIAS
Si sois un grupo numeroso, os aconsejo que 2 ó 3 de vosotros os reunáis con un abogado para plantearle detalladamente vuestro caso; hay algunos que no cobran por 1ª visita, o que cobran poco (si se reparte entre muchos) por hacer esa valoración inicial.
EliminarValorad bien las posibilidades de ganar, y los costes de una eventual sentencia desfavorable, que el abogado lo explique todo detalladamente, y preguntadle abiertamente cuántas posibilidades de ganar ve, y en que se basaría para argumentar vuestro caso.
Saludos, y suert
hola a mi me han echo cosas parecidas y estoy limitado contar conmigo para hacer lo que haga falta
EliminarEl problema es que estamos en Españistan . País lleno de borregos que hacen si rechistar lo que le piden. Y se dejan hacer.
ResponderEliminarLuego esta otra parte de supuestos usuarios de estas mafias que siempre que alguien no hace veeeee, veeeee y saca la cabeza ya esta ellos para buscar bronca, desviar el tema y que terminen cerrando el sitio donde se expuso el caso.