Lo
de William Hill ya es provocar por
provocar.
Los
quería dejar un poco de lado, para centrarme en Lbapuestas (que últimamente se muestra muy “activo”) y en Cirsa (con quien también tengo asuntos
pendientes), pero resulta imposible. Además considero que con los temas que hay
pendientes de resolución ya debería ser suficiente contra esta casa de
apuestas, y seguro que llegarán algunos casos más de los lectores de este blog, pero no hay forma de olvidarse de ellos.
Como
estoy limitado a 0 euros en la sección de apuestas deportivas (es decir, que no
puedo apostar nada), ni siquiera había entrado en esta casa desde finales de
octubre. Incluso se ve en una de las captura que mi última visita había sido el
día 25 del mes pasado. Lo digo para los que piensan que soy muy duro con
algunas casas, o que las persigo constantemente; como veréis a continuación son
ellas las que me “buscan” y, al final, acaban “encontrándome”.
Resulta
que hace unos días recibí en un email de William Hill en el que me ofrecían una
apuesta gratis de 10 euros (en Deportes), si apostaba 10 euros en su Casino.
Al leer
este email decidí comprobar si seguía limitado, intentando apostar 10 euros y 1
euro en varios deportes. Obviamente, como se ve en la captura, la limitación sigue
vigente.
Para
asegurarme de que esta no era una situación temporal, y para disponer de
pruebas, envié un email al Servicio de (Des)Atención al Cliente de esta casa de
apuestas, preguntando claramente si mi limitación era definitiva o existía la
posibilidad de que fuese revisada con el tiempo.
Su
respuesta, como se ve en la captura, es rotunda e inequívoca “la limitación es
definitiva y no hay posibilidad de revisión alguna”.
Así
que la conclusión es clara, intentan atraerme hacia su Casino con una OFERTA
FALSA. La apuesta gratis que me ofrecen jamás iba a poder utilizarla, ya que, según me han informado ellos mismos,
nunca más podré apostar en la sección de apuestas deportivas.
Así
que la semana que viene, sin buscarlo y casi sin ganas, tendré que presentar otra denuncia
contra William Hill, esta vez por publicidad engañosa.
Y es
que parece que William Hill pretende infringir todas las leyes posibles,
mientras nuestro insigne Director General de Ordenación del Juego, sigue sin
hacer uso de su potestad sancionadora. Va sacando adelante algunas reclamaciones, pero las denuncias (las que realmente disuadirían
a las casas de apuestas de continuar con sus continuos abusos) trata de
postergarlas, para evitar sancionar a sus “amiguitos gibraltareños”.
Una
última reflexión. Esta práctica, de no permitir a un jugador apostar en aquello
que se le da bien, y tratar de llevarlo, además mediante engaño, a un terreno
más propicio para que pierda su dinero, ¿encaja realmente con una verdadera
política de juego responsable?, ¿es necesario poner límites a la desmedida
avaricia de ciertos operadores?, ¿nuestro Director General está realmente preparado para
afrontar con diligencia sus funciones como Regulador del sector?. Ahí lo dejo...de momento.
Por
cierto, el tercer artículo sobre nuestra Dirección General de Ordenación del
Juego, que había previsto para estas fechas, he decidido posponerlo unos días a
la espera de la resolución de unos recursos de alzada, para poder así ofrecer
una información más completa. A ver si el Director General tiene a bien
resolver pronto dichos recursos.